La vida en 5 centímetros

  La clasificación de Uruguay al mundial trae una vez más la frase "matemáticamente tenemos chance" como no podía ser de otra forma.

  En el revuelo y las dicotomías de "el maestro si - el maestro no", "el camino es la recompensa - me cago en el camino", "sistemas viejos - fútbol moderno", "Godin titular - Godin jubilate", "Muslera manos de colador - el pulpo Muslera", "el gordo Suárez - la bestia Suárez", "la celeste de antes - la celeste metrosexual", "la celeste celeste - la celeste rosada", "el si - el no", Uruguay una vez más lo logró. Dejamos de lado todas las dudas y a falta de una fecha ya estamos clasificados al mundial de Qatar 2022 no sin antes sufrirla con Perú.

  A 5 centímetros estuvimos de tener que estar pendientes de otros resultados (como tantas otras veces, por no decir siempre), y de obviamente tener que ganar porque sino a mirarlo por TV (algo que igual vamos a hacer la mayoría teniendo en cuenta que para viajar a Catar vas a tener que sacar U$S 15.000, y hacer un estudio de mercado para ver dónde vas a poder vender tus muelas a cambio de conseguir algún peso extra para pagarte los viáticos de comida y transporte).

  Matemáticamente clasificamos porque por 5 centímetros no entró la pelota en el arco de Uruguay, algo que hubiera puesto el partido 1 a 1 y nos hubiera opacado el pasaje directo.

  Ahora todos a poner en un pedestal, subirlos al monte Olimpo y exiliar a todos los dioses al grito de "Uruguay nomá'", ahí se sentarán Diego Alonso, la AUF, Dario Rodriguez, Rochet (ya que vas a ser un semi dios alargate los dedos para que sean más de 5 centímetros la próxima vez), Nández si lo dejan salir del país y si lo cita Alonso, el pelado Cáceres (se va a sentir como en casa a medio vestir con una toalla o un taparrabos nomás), y sin dudas queda lugar así que si hay algún pendiente puede subir, porque la selección es de todos.

  Nos queda cruzar los dedos para que cuando se hagan los sorteos de grupo nos toquen selecciones fáciles (como Macedonia que dicen viene chaucha dejando afuera a Italia), que el recambio se logre realizar y efectivizar en menos de 8 meses (vamos a hincarle el diente, López te suena el teléfono) y que el tornado no se convierta en brisa y se termine agotando, pero recuerden que siempre tenemos matemáticamente chances de que algo de eso pase.