El agujero negro del teclado
Hoy me encontraba tranquilamente en mi
lugar de trabajo, realizando mis tareas habituales, ingresando datos
en una computadora, con varios papeles de por medio, cuando empecé a
notar un comportamiento “extraño” en el monitor. Cada cierto
periodo de tiempo alguna tecla quedaba como bloqueada lo que generaba
cadenas de texto sin sentido como por ejemplo: “Noooooooombreeeeeee:
eeeeeeeeeooooooeeeeooeoeeooeeee” y eso no era la transcripción de
un tartamudo hablando, ni la duda frente a la pregunta “¿nombre?”
de la persona que tenia adelante, simplemente y sin aparente motivo,
las teclas quedaban trancadas. Solución para el problema anterior:
el querido, mal comprendido y desvalorado golpe correctivo
Cuando ya se estaba volviendo bastante
insoportable el temita del “tartamudeo” informático se me
ocurrió agarrar el teclado y dejando de lado el golpe, casi en
posición de guerra decidí atacar desde el factor sorpresa, di
vuelta el teclado en el aire y lo sacudí.......para que!! no solo
encontré algunos elementos que ya estaban en la lista de extravíos,
sino que encontré unas cuantas cosas más, y que ni en el mejor de
los sueños podría haber imaginado.
Migas, yerba, pelusa, pelos, clips,
grampas, el diente que se me habia partido hace un mes, un lente de
contacto, una nota con un teléfono para llamar urgente, el calmante
que me quise tomar una vez para mi dolor de cabeza, y una caravana.
Con todo eso sobre el escritorio,
decidí, y me arrepiento, buscar información sobre el teclado y la
basura que podemos encontrar en el, y para mi sorpresa, la primer
información que apareció en el buscador es que “el teclado de la
computadora puede estar más sucio que el baño”, el estudio se
basaba en la comparación realizada sobre teclados, un inodoro y el
pestillo de la puerta del baño, y en algunos casos el resultado fue
que los teclados estaban hasta cinco veces mas contaminados que las
muestras tomadas del inodoro, por lo que decidí no comer las migas
de las galletas que había encontrado, porque mejor prevenir que
curar.
Ahora, mientras escribo, decidí llamar
al teléfono de la nota, cuando pregunté por la persona que aparecía
en la misma me informaron que se habia mudado a Brasil, por lo que
supongo que no era tan urgente el llamado; logré empezar a ver
normalmente ya que me coloqué el lente que me faltaba; con respecto
al diente, llamé a mi odontólogo pero me dijo que ya no creía que
sirviera, por lo que procedí a tirarlo; gracias al calmante espero
que el dolor de cabeza lentamente se me empiece a ir; la caravana la
dejé separada para poder darla como regalo en algún cumpleaños, o
amigo invisible; los clips, grampas y pelos con tristeza los despedí;
y no sigo escribiendo mucha cosa más porque se me salió la curita y
me empezó a sangrar el dedo que tenia lastimado, y la gran pregunta
es, porque no la eeeeencueeeentreeeeeo, eeeen dondeeeee eeestaráeeeee
eeeeesa curitaeeeeeeeeee
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