El gen Gremliniano

Que llueva otra vez no es novedad, ahora, que las personas empiecen a desarrollar una fobia, cual si fueran aquellos Gremlins, aquellos bichitos verdes, malhumorados, de orejas y dientes punzantes y que salían del cuerpo de Gizmo cuando se mojaba, ya no es normal.
Estoy cada vez más seguro en que el gen Gremliniano existe, porque no hay ser mas malhumorado que aquel que llega una vez que lo agarró la lluvia sin haberlo previsto; si, el séptimo arte permite algunas libertades visuales para que las cosas sean más atractivas (o no), y sumado a algunos mitos y fábulas de algunos pilotos de avión que dicen que "los vieron", a los Gremlins se los ha representado como ya puse antes, de una forma terrorífica y graciosa a la vez, como unos duendes malignos, enojados con el mundo, y con grandes ansias de matar.

Me animo a decir que más de uno, por no querer decir todos, alguna vez escuchamos un buen rosario de verborragia negativa y despectiva con respecto a la lluvia, motivada o porque nos mojamos, o porque está lloviendo otra vez, o porque nos salpicó un auto, o pisamos una baldosa suelta y nos mojamos los pantalones...pero, gente, es agua, no es ácido. Como mucho nos podremos enfriar, resfriar, o en el peor de los casos engripar si nos quedamos mojados, pero nada de eso nos va a matar.

Las personas se transforman, sin dudas se mojan con la lluvia o con algún rezago de la misma y ya es motivo para que cambien su estado de humor, se les desfigura el rostro, y las ansias de matar las cambian por una buena puteada, y un profundo odio a otros si lo ven seco.

Puedo llegar a entender que se nos complique el tema de la ropa, que uno termine haciendo los más extraños inventos para poder secar un poco de ropa, pero nada del otro mundo, ya innovación en el 2019 es dificil tener, decir que seco las medias en el microondas adentro de una taza (así no se me entreveran) no creo que sea novedad, pero si para alguno lo es, recomiendo totalmente la técnica, no así la de secar la ropa adentro del horno, porque hay un momento clave, que si no lo controlás cronometradamente terminás con todo quemado.

Es por eso que cuando llueve, y durante un par de días siguientes a la lluvia, trato de no salir de casa, no porque tenga miedo a transformarme, sino porque tengo miedo de cruzarme con alguno de esos bichos acuafóbicos y termine siendo el depósito de todo su amor y cariño hacia el Sol y no la lluvia."



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